Hace un par de semanas estaba viendo un reportaje de natación y ponían esas imágenes tan bonitas de bebés bajo el agua.
Me llamó la atención que casi siempre tenían los ojos abiertos y me preguntaba cuál sería la razón.
Por curiosidad me puse a investigar un poco y me sorprendió el motivo por el que los bebés abren los ojos cuando se sumergen
¿Nacidos para nadar?
Los recién nacidos tienen una serie de reflejos involuntarios que van perdiendo conforme ganan autonomía para sobrevivir.
Uno de ellos es el reflejo de inmersión o respuesta bradicárdica, que hace que los bebés aguanten la respiración y abran los ojos cuando los sumergen, al tiempo que mueven bracitos y piernas como si fueran a nadar.
Pero ojo, como aclara el doctor Jeffrey Wagener, eso no significa que los bebés puedan nadar de verdad.
No tienen la fuerza ni la capacidad necesaria.
El reflejo de inmersión es posiblemente un vestigio de nuestros antepasados acuáticos, porque también lo tienen focas y demaś animales marinos.
En humanos es momentáneo y desaparece a los seis meses más o menos.
A día de hoy sirve para que los bebés tengan una ayuda extra para sobrevivir si se caen al agua mientras llega la ayuda inmediata de un adulto.
Por ese es muy importante enseñar a nadar a un niño lo antes posible
Aunque, como muchos bebés se lo pasan bien chapoteando, los centros de natación preparan sesiones de babyswimming en base a ese “instinto nadador” de los recién nacidos, donde padres y bebés disfrutan juntos con actividades en el agua.