Nadar y correr son dos formas potentes de ejercicio cardiovascular que disparan la quema de calorías.
Si no estas seguro si es mejor nadar o correr la respuesta es: haz los dos.
Son dos ejercicios MUY compatibles que te darán un entrenamiento completo.
Como cada uno tiene sus ventajas, te voy a resumir las más importantes:
Las ventajas de nadar
Nadar es mejor para las articulaciones
La flotabilidad que te da el agua reduce la carga en las articulaciones y músculos comparado con correr.
Precisamente por ser de bajo impacto, la natación es un deporte que se recomienda incluso durante el embarazo.
Eso te permite entrenar duro sin preocuparte del impacto sobre tu cuerpo.
Esto es una ventaja importante si tienes alguna condición que te cause dolor articular ( artritis, osteoartritis…) o si te estás recuperando de lesiones en el tren inferior.
Nadar combina más elementos
Para cada sesión o incluso dentro del mismo entrenamiento puedes elegir entre varios estilos de natación.
Eso lo convierte en un deporte menos repetitivo, donde puedes hacerte varios largos alternando entre crol, mariposa, espalda…
Yo además de alternar entre estilos a veces añado resistencia al agua poniéndome el cinturón de natación o pesos en los tobillos.
Nadando trabajas todo el cuerpo
Nadar requiere que pongas a funcionar muchos músculos de tu cuerpo, tanto del tren superior como del inferior.
Practicando dos o tres veces por semana los estarás trabajando todos al mismo tiempo.
Aunque según cada estilo harás más hincapié en unos que en otro, si quieres saber más te lo explico aquí.
Las ventajas de correr
Correr es fácil para empezar
Yo creo que esta es una de las grandes ventajas de correr.
Sólo necesitas un par de zapatillas adecuadas y buscarle un hueco en tu agenda.
Tú pones el horario y tú decides dónde: ciudad, campo, playa, montaña… eso sí, evita siempre las horas fuertes de calor.
Correr es bueno para tus huesos
Los deportes como correr, el jogging y el senderismo ayudan a aumentar la densidad ósea.
La razón es que cuando practicas deportes en seco tienes que trabajar contra la gravedad a lo largo de todo el entrenamiento.
Correr te da vitamina D extra
Correr al aire libre dispara tus niveles de vitamina D.
Esta es una de las vitaminas que permiten la absorción del calcio en los huesos.
Además de ser bueno para la masa ósea, la vitamina D contribuye al equilibrio de los sistemas inmunitario, muscular y nervioso.
Conclusión: ¿nadar o correr?
El mejor deporte para practicar entre nadar y correr es… hacer los dos.
Sabiendo las ventajas de cada uno, crea un calendario que se adapte a tu edad, forma física, tus objetivos y el tiempo que puedes dedicarle.
Si quieres hacer ejercicio de forma intensa puedes hacer 3 días de nadar, 3 días de correr y uno de descanso.
Si estás empezando puedes caminar 3 días y 1 día de piscina.