Uno de los principales motivos para que la gente deje de aprender a nadar es el miedo. Sobretodo esa sensación de ahogo al nadar a crol.
Al nadar crol debemos exhalar con la cara en el agua y luego, cuando nuestra cara salga del agua, debemos inhalar.
Si solo exhalamos la mitad del aire en nuestros pulmones solo tenemos la capacidad de medio pulmón lleno de aire fresco.
Esto es lo que genera esa sensación de ahogo.
Que esto no sea motivo para dejarlo y que pierdas todos los beneficios de nadar.
Controlar la respiración
Al nadar crol es importante mantener la respiración constante en el tiempo y con cada movimiento
No necesitas tomar grandes bocanadas de aire. Tu cerebro está acostumbrado a tener acceso constante de oxígeno.
Pero la natación te obliga a anular este instinto.
El truco consiste en inhalar por la boca cuando la cabeza está hacia un lado y exhalar por la nariz cuando la cabeza está en el agua.
Exhalar de manera agradable y constante, luego girar la cabeza y respirar de nuevo.
Y no importa si solo respiras de un lado o de ambos.
Lo que los nadadores llaman respiración bilateral.
Lo más importante es mantener un ritmo regular y tomar solo la cantidad de aire que realmente necesitas.
Un buen ritmo de respiración mientras nadas crol es inhalar aire cada dos o tres brazadas.
Ejercicio infalible para mejorar el ritmo de respiración
Comienza en la parte menos profunda de la piscina.
Deberás mantenerte de pie con un pie delante del otro e inclinarte hacia adelante.
- Sumerge los hombros por debajo de la superficie y extiende un brazo mientras mantienes el otro a tu lado.
- Toma un respiro y mete la cabeza boca abajo en el agua.
- Deja la mano extendida donde está y comienza a exhalar, girando la cabeza 90º hacia un lado mientras lo haces.
- Debes terminar de exhalar justo cuando tu cabeza alcance la marca de 90º.
- Comienza a inhalar, respirando bien antes de volver la cabeza hacia la línea central.
Practica este truco a tu ritmo hasta que la sincronización sea más fácil y los movimientos de la cabeza sean suaves.
Presta especial atención a ese momento en el que tu cara sale del agua.
Conclusión
Si me ahogo al nadar a crol es por culpa de mi cerebro.
Nos ha pasado a todos y no es motivo para dejar de aprender a nadar.
Para no ahogarnos nadando a crol tenemos que entrenar a nuestro cerebro a que respire cuando toca y no cuando necesita aire.