Nunca es demasiado tarde para aprender a nadar. Ni a los 50 ni a los 60 ni a los 70 años.
Es más, con 50 años le vendrá muy bien a tu cuerpo los beneficios de nadar como reducir inflamaciones o aumentar tu flexibilidad.
Comienza a perder el miedo en la parte menos profunda de la piscina
Tienes que hacer lo mismo que se hace para enseñar a nadar a los niños.
En la parte menos profunda podrás pararte en el agua y avanzar hacia la parte mas profunda a medida que ganes confianza.
Practica contener tu respiración mientras sumerges tu cabeza, sabiendo que puedes tomar aire cuando lo necesites.
Utiliza gafas de natación
Las gafas de natación te darán mayor visibilidad debajo del agua
Al mismo tiempo protegerás tus ojos.
Sentirás que aprender a nadar es más cómodo porque puedes observar lo que ocurre a tu alrededor mientras nadas.
Practica natación con frecuencia
Para aprender a nadar debes practicar.
Puedes empezar en veranos que seguramente tengas más tiempo y más ganas de ir a la piscina.
No vas a aprender si vas 4 o 5 veces al año.
Aprende a sentirte cómodo con la cabeza sumergida en el agua
Esto es lo que suele crear más ansiedad. La sensación de tener la cabeza debajo del agua y no poder respirar cuando quieras.
Nuestro cerebro está acostumbrado a tener acceso sin restricciones al oxígeno. Tenemos que entronarlo a que si espera un poco no pasa nada.
Algunos de los trucos que puedes utilizar:
- Contener la respiración y sumerge la cabeza, aguantando la posición el máximo de tiempo posible.
- Sujetándote del borde de la piscina, inspira todo el aire que puedas por la boca, y al sumergir tu cabeza, exhala todo el aire.
Es importante que mantengas la respiración constante y controlada, antes de aprender la técnica de los diferentes estilos de natación.
¿Vale la pena tomar clases de natación a los 50 años?
Sí. Una vez que has perdido el miedo al agua tienes que aprender las técnicas de los diferentes estilos de natación.
Con un profesor aprenderás a nadar en un entorno seguro y la técnica de crol y brazada correcta, para evitar malos hábitos que impiden tu progreso.
Y además, compartirás un momento de diversión con personas de tu misma edad y con un mismo objetivo: aprender a nadar.
Conclusión
Aprender a nadar a los 50 años te permitirá vencer el miedo al agua, reducir los niveles de estrés y mejorar tu fuerza muscular y salud cardiovascular.
Entonces, es hora de tomar tus gafas y sumergirte en la piscina para simplemente disfrutar.