Ante de nadar debes calentar y después es importante que estires los músculos que trabajaste durante el ejercicio.
Si no haces un buen estiramiento después de natación tus músculos estarán tensos, lo que provocará una mala postura y una tensión innecesaria.
El estiramiento mejora el rendimiento, disminuye la posibilidad de lesiones y el movimiento de tus articulaciones.
¿Sabias que los nadadores profesionales se estiran durante más de una hora después de nadar?
Al final de su entrenamiento el cuerpo está mucho más rígido.
Hay acumulación de ácido láctico en el músculo y presión en las articulaciones.
Si no estiraran les sería imposible volver a nadar al día siguiente.
Tendrían unas agujetas increíbles.
Recuerda que al estirar no debes forzar tus músculos. Y si estás empezado es normal que no llegues a donde te gustaría.
Ten paciencia y poco a poco notarás que lo haces mejor.
Estiramiento 1: Brazo sobre pecho.
Coloca uno de tus brazos sobre tu pecho a la altura de los hombros, manteniendo la cabeza recta y la espalda firme.
Con el otro brazo estira suavemente el brazo sobre el pecho hasta sentir el estiramiento, durante 10 segundos.
Libera la postura y agita suavemente el brazo.
Realiza el mismo ejercicio con el otro brazo.
Objetivo del estiramiento:
Estirar los tríceps, músculos deltoides posteriores y el espacio entre las vértebras espinales y los omóplatos.
Estiramiento 2: Mano detrás de la espalda sujetando la pared.
De espalda a la pared de la piscina, sujeta el borde con tus manos, separadas al ancho de tus hombros.
Avanza muy lentamente tu cuerpo hacia adelante hasta sentir un fuerte estiramiento en la zona del deltoides y bíceps.
Aguanta durante diez segundos y relaja.
Repite el ejercicio.
Objetivo del estiramiento:
Estirar deltoides anterior, bíceps y los músculos del pecho que están sometidos a gran presión cuando nadas.
Estiramiento 3: Piernas con aletas.
Apoya tu espalda en la pared de la piscina, levanta tu pierna derecha y con la mano, toma la punta de la aleta.
No importa qué mano utilices para realizar el ejercicio, lo importante es que puedas agarrar la punta de la aleta y estirarla hacia ti.
Mantén la posición durante diez segundos y relaja.
Repite con la otra pierna.
Si no tienes aletas puedes intentar llegar a la punta de tu pie. Pero no te fuerces demasiado.
Objetivo del ejercicio:
Estirar el tobillo, los músculos gemelos y el bíceps femoral, para evitar que las piernas sufran calambres después de nadar.
Estiramiento 4: Los gemelos.
Colócate frente a la pared de la piscina, a unos diez centímetros. Estira una de tus piernas, apoyando los dedos de los pies en la pared y manteniendo la pierna estirada.
Una vez que sientas el estiramiento, inclínate hacia adelante para profundizar el estiramiento y mantén la postura durante 10 segundos.
Repite con la otra pierna.
Objetivo del ejercicio:
Estirar el tobillo, sóleo y gemelo, y si eres muy flexible, sentirás el estiramiento de tu bíceps femoral, que protege tu espalda baja cuando te mantienes flexible.
Estiramiento 5: El talón y las rodillas.
Párate con la espalda recta y sujetándote del borde la piscina con una de tus manos, lleva uno de tus talones hacia tu trasero. Mantén la posición durante 10 segundos y suelta lentamente la pierna.
Afloja y repite el ejercicio con la otra pierna.
Objetivo del ejercicio:
Estirar y alargar los cuádriceps y proteger las rodillas durante el estiramiento.
Conclusión
Tu cuerpo ha trabajado duro durante la natación, y debes compensarlo. La mejor manera de hacerlo es con esta lista de cinco estiramientos.
Estira y relaja para que tu cuerpo esté bien preparado para la próxima clase de natación.
También es una buena idea meterte en la sauna después de nadar.